Posteado por: zco1999 | 29 noviembre 2012

Técnica de buceo: de la configuración hogartiana al DIR (1)

(Versión resumida y editada del artículo  Evolución de los principios del DIR)

Al expandirse y masificarse el buceo autónomo, las escuelas, técnicas y equipamiento comenzaron a multiplicarse. Con un creciente número de personas practicando el buceo sin descompresión sobrevino una identidad colectiva que reflejaba los intereses de estos buzos recreativos. A esto seguiría pronto la aparición de una auténtica industria para satisfacer esos intereses.

Al mismo tiempo, otra identidad tomó forma: la de un grupo de buzos que transgredían los límites del buceo recreativo, comprometidos con el buceo en entornos exigentes, como el buceo bajo hielo, en cuevas o en pecios muy profundos. A lo largo del tiempo,ambos grupos divergieron, siguiendo cada uno su propia trayectoria.

Las imprecisas  categorías de «buceo técnico» y «buceo recreativo» fueron establecidas para describir estas dos trayectorias. Dados los diferentes enfoques de los buzos técnicos y de los recreativos, surgieron diferentes modos de formación, de elección de equipamiento y de configuración, con el objeto de responder a las demandas de cada grupo. El desarrollo de la idea de lo significaba ser «recreativo» condujo a divergencias acerca de lo que uno necesitaba saber para mantenerse seguro durante inmersiones de mínima dificultad. En consecuencia, los períodos de formación tendieron a acortarse, sin apenas tratar temas como la planificación de gases, lo concerniente a las mezclas respiradas, descompresión y resolución de situaciones de crisis. Así mismo, este cambio permitió una mayor variabilidad respecto de la elección del equipamiento y de cómo éste debiera ser configurado.

Sin embargo, las necesidades del buceo técnico requerían generalmente un mayor conocimiento de estas materias, mayor precisión, mayor atención a los detalles, técnicas refinadas, práctica en la resolución de problemas, una configuración precisa, así como un equipo bien mantenido. Prácticas extrañas a la comunidad de buceo recreativo, tales como la «regla de los tercios», el uso de latiguillo largo y el uso de un regulador redundante, surgieron expresamente para satisfacer las necesidades del buceo técnico. Con el tiempo, se hizo patente que a mayor precisión y mayor destreza requeridas para ejercer el buceos técnico de exploración, mayor necesidad había de un sistema estandarizado. Esto es porque es poco práctico, sino imposible, el operar eficientemente como un equipo, si los individuos que lo componen no trabajan bajo un conjunto compartido de determinaciones.

El público empezó a ser consciente del movimiento hacía la estandarización y de su valor, cuando el sistema Hogartiano se hizo popular. Este esquema estaba compuesto por una serie de ideas y recomendaciones sobre equipamiento que sirvieron como estándares útiles sobre los aspectos deseables en las configuraciones en el buceo. Cultivado por un pequeño grupo de exploradores de cuevas (e.g.,  Bill Gavin, William «Hogarth» Main, Lamar English, George Irvine o Jarrod Jablonski), la idea subyacente en este «sistema» era que existían métodos preferentes a la hora de configurar el equipamiento y que estos métodos tenían un profundo efecto sobre la eficiencia del buceo. Bill Main invirtió un tiempo considerable en busca de la configuración más eficiente posible, con el resultado de que su «mote» fue elegido para bautizar al sistema completo.

Aunque útil, el sistema Hogartiano no requería del uso de componentes específicos en el equipamiento o de una configuración en particular. En consecuencia, no proporcionaba buzos con unos estándares de buceo objetivos que asegurasen la eficiencia en el agua y, por ello, estaba limitado en su utilidad. No obstante, al promover la idea de que una cuidada selección del equipo y de la configuración podía influir sustancialmente en el éxito de una inmersión, la configuración Hogartiana introdujo una nueva dinámica, un nuevo paradigma para los buzos y les animó a buscar mejoras mediante el minimalismo y la eficiencia.

En vez de proveer a los buzos de un estándar único para construir su configuración, el Hogartianismo ofrece un conjunto de ideas que promueve un espíritu de selección cuidadosa del equipo en interés de la eficiencia de los buzos. Sin embargo, esta falta de estándares objetivos no permite entender qué constituye exactamente una configuración Hogartiana de buceo; en vez de ello, este «sistema» varía dependiendo de cómo los diversos partidarios del buceo Hogartiano ven las conexiones al vincular el equipo, la hidrodinámica y la eficiencia.

Esta disparidad de opiniones  produjo una considerable confusión entre los buceadores. Eventualmente se hizo patente que, tanto un sistema más completo, como una mayor estandarización eran necesarios. Para ser lo más útiles posible, los componentes del sistema debían ser objetivamente seleccionados y estandarizados. Dicho nuevo paradigma emergió como «Doing It Right» o DIR.

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