Los ostrácodos: los todoterreno de los ecosistemas acuáticos

Los ostrácodos (del griego  óstrakon, «concha»), son una clase de crustáceos  microscópicos (entre 0,1mm y 2 mm de longitud). Su característica más distintiva es su caparazón  de dos valvas articuladas que  que al cerrarse cubre todas las partes blandas del animal, dándole el aspecto de una diminuta almeja.  El ligamento que une las valvas entre sí tiende a separarlas mientras que el músculo interior es aductor, juntándolas. Así, el ostracodo no requiere un músculo abductor para la apertura de las valvas lográndo un menor gasto metabólico. Dependiendo de la especie, las valvas pueden ser orgénicas y blandas o estar calcificadas.

El caparazón de los ostrácodos puede tener diversas formas -frecuentemente elipsoidal- y puede presentar una gran y vqriada ornamentación. Las valvas pueden tener una superficie reticulada, tuberculada, carinada, espinosa y puede presentar hendiduras o pelos sensoriales; el borde puede ser liso o serrado. Muchas especies desarrollan tubérculos dependiendo de las condiciones ambientales y es frecuente el desarrollo de cierto dimorfismo sexual. Como el caparazón calcificado fosiliza fácilmente su registro fósil es prácticamente continuo desde su aparición en el Cámbrico inferior (hace unos 540 millones de años) y han superado con éxito distintas crisis bióticas y extinciones llegando hasta nuestros días. Se conocen unas 13.000 especies actuales y se estima que se han descrito 65.000 especies fósiles.

Buena parte de este éxito evolutivo se debe a su alta capacidad adaptativa. Así, los ostrácodos han colonizado tanto ambientes marinos a grandes profundidades o en la superficie formando parte del plancton, como dulceacuícolas, y algunas especies son capaces de vivir ambientes subaéreos muy humedos, habitualemnte sobre musgos.  Pueden ser nadadores -nectónicos- durante todo su ciclo vital o bentónicos, entre las plantas acuáticas o reptando en el sedimento.  Los hay filtradores, carroñeros, detritívoros, herbívoros  o depredradores; también los hay parásitos o comensales de  poliquetos, equinodermos,  otros crustáceos, e incluso parasitan en las branquias de tiburones.

Una de las especies dulciacuícola más comunes es el Cypris sp. que habita en charcos y riachuelos. En cuanto a las especies marinas, las más comunes pertenecen a las subfamilia Conchoecinae, a los géneros Conchoecia, Conchoecissa, Metaconchoecia, Conchoecilla, Macroconchoecia, Mikroconchoecia, entre otros.

Algunas especies de ostrácodos tienen una abertura en la parte inferior, que permanece abierta aun cuando las valvas estén cerradas, por la que el animal saca las antenas para propulsarse. A diferencia de la mayoría de los crustáceos, el torax de los ostrácodos no presenta una segmentación neta. Suelen presentar entre 1 y 3 pares de apéndices, todos birrámeos, y se emplean para la respiración, alimentación o limpieza del caparazón. Los apéndices caudales carecen de sedas y con forma de garra.

La reproducción es fundamentalmente partenogenética y los machos en muchas de las especies son muy escasos. El sistema reproductor en la hembra presenta unos gonoporos al final del abdomen y en el macho están al final de dos penes que se encuentran delante de la furca. Para atraer a las hembras, los machos suelen emitir destellos bioluminiscentes producidos  por la secreción de una glándula de la cabeza. Al nacer, los ostrácodos ya tienen el caparazón formado. Como todos los artrópodos, para poder crecer realizan mudas (ecdisis); así, los ostrácodos planctónicos nacen con dos pares de ramas o espinas en la furca (apéndice final del cuerpo), y posteriormente, van aumentando el número de ramas o espinas con cada muda hasta completar ocho pares.

El intercambio gaseoso se realiza a traves de la cutícula, pero carecen de verdaderas branquias; la ventilación se realiza mediante corrientes producidas por los apéndices, que también se emplean para transportar partículas hacia la boca en las especies filtradoras. El sistema circulatorio carece de corazón y vasos sanguíneos, excepto en el grupo de Myodocopa.  Tienen órganos sensoriales, un ojo nauplio y pelos sensoriales en los apéndices y las valvas.

Los ostrácodos son uno de los grupos de microfósiles más utilizado en Paleontología, tanto como indicadores paleoambientales, como en bioestratigrafía, debido a su la gran cantidad de ambientes que habitan y a su rapida evolución que lo junto a su alta dispersión los convierte en excelentes fósiles índice.

Clasificación

Los ostracodos tienen categoría de clase y se dividen en dos subclases y cuatro órdenes atendiendo principalmente a la morfología del caparazón:

• SubCl. Myodocopa: el caparazón tiene una escotadura para permitir la salida de las antenas cuando está cerrado. Las segundas antenas funcionan como apéndices natatorios. Marinos.

•  O. Myodocopida: el segundo par de apéndices funciona como limpiador del caparazón. Cypridina, Gigantocypris.
•  O. Halocyprida: segundo par de apéndices ausente o corto, con forma de pata.

•  SubCl. Podocopa: el caparazón carece de escotadura para las antenas.

•  O. Podocopida: primer par de apéndices del tronco con forma de pata. Marinos y dulceacuícolas. Cypris, Cythere, Pontocypris.
•  O. Platycopida: primer par de apéndices del tronco sin forma de para. Marinos.