Posteado por: zco1999 | 19 noviembre 2009

Dos buceadores valencianos desaparecidos en un naufragio en el Mar Rojo

Sobre las cinco de la mañana hora local en Egipto (03.00 horas GMT) de hoy,19 de noviembre de 2009, media hora después ds su salida del puerto, el barco de buceo «Coral Princess» se iba a pique por causas desconocidas. Se trataba un crucero de buceo de «vida abordo» en el que viajaban 15 buceadores españoles.  Salvo dos de ellos, todos los pasajeros -así como los tripulantes de la embarcación- han sido rescatados. Los dos españoles desaparecidos en el hundimiento del «Coral Princess»  son Israel Pérez Muñoz y María Lourdes González Villarroya, de 33 años de edad y con una experiencia de buceo de unas cincuenta inmersiones, que viven en Valencia y son pareja. De acuerdo a los testimonios de los demás pasajeros, ninguno de ellos llegó a abandonar el barco durante el naufragio.

 

La zona en la que se ha producido el hundimiento del barco, en Sharm el Sheij, se encuentra, junto a Hurghada, en la reserva de Ras Mohammed, uno de los dos lugares preferidos por los practicantes del buceo para disfrutar de este deporte en el Mar Rojo, por la belleza de sus arrecifes coralinos y la gran concentración de pecios, muchos de los cuales que pueden ser buceados.

A la hora de escribir esta líneas no se conoce todavía el desenlace del accidente, y si la pareja valenciana ha fallecido en el naufragio o ha logrado sobrevivir. Sin embargo es importante destacar que, a pesar de lo equívoco de algunos titulares en los medios, éste accidente no ha sido debido a la práctica del buceo, sino que se trata del accidente marítimo de una embarcación.

La estructura, tamaño y diseño de los yates que se emplean para viajes de buceo de «vida a bordo», con un único pasillo central recto de no más de 15 m de longitud, con los camarotes a cada lado, y una salida al exterior relativamente fácil por popa a través de una empinada escalera hace todavía más extraño el accidente. Es cierto que se produjo de madrugada, mientras el pasaje dormía; el barco estaría a oscuras, y la electricidad fallaría al comenzar la inundación.  Sin embargo todos, salvo los dos desaparecidos, tuvieron tiempo de salir al exterior y desamarrar la zodiac de apoyo antes del hundimiento, lo cual indica que el naufragio fue relativamente lento. Si fue así, ¿por qué no llegaron a salir los dos desaparecidos?, ¿por qué ninguno de los supervivientes volvió a entrar a  ver qué les sucedía? Parece ser que la última vez que los vieron, Israel estaba tratando de sacar a Lourdes del camarote.

Aventuraremos una hipótesis: mucha gente se marea en este tipo de viajes, y no son pocos los que que tiene problemas para conciliar el sueño en el mar con el balanceo de la embarcación, los crujidos de la madera -estas embarcaciones suelen ser de madera-, el chapoteo del agua en el forro o el ruido del motor -estos cruceros hacen la mayor parte de los recorridos durante la noche-. Es posible que alguno de ellos o ambos hubiesen tomado un somnifero o una pastilla contra el mareo y eso les hiciese no estar en plenitud de facultades durante el naufragio; eso explicaría  también que les viesen  forcejeando, tratando de salir del camarote ayudándose uno a otro, mientras el resto llegaba al exterior. Una vez que el barco se escoró y comenzó a inundarse, todo se precipitó, pues entonces el hundimiento es muy rápido, y el interior del yate se convertió en una ratonera mortal…

¡Ójala nos equivoquemos!

Actualizado viernes 20/11/2009: Merece la pena leer esta crónica del El Mundo, donde se apunta que el barco se escoró, se levantó de proa y se hundió de popa, el peor escenario posible para salir del interior del navío, aunque las informaciones siguen siendo contradictorias en algunos puntos.

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