Posteado por: zco1999 | 25 enero 2010

Tesoros sumergidos (1): lo que el mar esconde

(Publicado originalmente en:  PARDO, A. (2008). Tesoros sumergidos (I): lo que el mar esconde. Heraldo de Aragón (29/06/2008), p. 14.)

El expolio de medio millón de monedas de oro y plata del “Ntra. Sra. de las Mercedes”, naufragado en aguas gaditanas en 1804, por la empresa norteamericana Odyssey Marine Exploration ha hecho que, desde hace algo más de un año, las historias de piratas y tesoros sumergidos hayan salido de las páginas de las novelas de Robert Louis Stevenson a las columnas de los diarios.

Bajo las aguas de todos los mares hay gran cantidad de barcos u otros artefactos hundidos, denominados pecios por marinos y buceadores. Algunos, como el HMS Edimburgh, encierran en sus bodegas metales precisos o joyas, otros no. Pero todos ellos contienen tesoros. Algunos ansiados por los arqueólogos que tratan de reconstruir la Historia con los restos de estos naufragios históricos. En otras ocasiones, las más, los restos del navío guardan las tragedias de unos hombres que se enfrentaron al mar y perdieron la partida.

El “Mare Nostrum” oculta los fondos de sus costas el mayor botín de pecios de antigüedad: desde templos egipcios en Alejandría a innumerables naufragios de todas las culturas que han florecido en sus orillas. Nuestras costas, riquísimas en yacimientos arqueológicos submarinos, han sido expoliadas sistemáticamente, y muchas de las piezas recuperadas –ánforas, monedas, cepos, cañones,…- forman parte de colecciones ilegales del mercado negro. El del Odyssey no es sino el capítulo más reciente de una triste historia que tiene su continuidad al otro lado del Atlántico, en las aguas del Mar Caribe y del Golfo de México.

Las aguas del Atlántico y Pacífico han engullido en el último siglo buena parte de los navíos de la historia reciente. En los fondos de Pearl Harbour, Midway, Guadalcanal o del atolón de Truk yace un buen puñado de buques de guerra de las flotas norteamericana y japonesa.

La 2ª Guerra Mundial también dejó su rastro de destrucción en el Mar Rojo, durante la campaña de África. Pecios como el Umbria o el S.S. Thistlegorm –descubierto por Jacques Cousteau y mantenido en secreto durante años- son verdaderos polos de atracción para buceadores llegados de todos los rincones del mundo. Más reciente, la historia del Salem Express estremece incluso a los buceadores más curtidos.

Bajo las oscuras aguas del Atlántico se ocultan algunos pecios recientes cuya sola mención evoca los rumores de las catástrofes que rodearon aquellos naufragios: Titanic, Lusitania, Bismark, o el Andrea Doria – considerado el “Everest” del buceo en pecios- son algunos de estos navíos míticos. Lugares como la bahía de Scapa Flow, en Escocia o el fiordo de Narvik, en Noruega, son famosos por las batallas navales que tuvieron lugar en sus aguas y la cantidad de buques de la Royal Navy y de la Kriegsmarine hundidos en ellas.

La costa Este de los Estados Unidos, de Massachussets a Florida, es una de las de mayor densidad de navegación, y por ello la cantidad de pecios que se concentran en sus aguas es sencillamente impresionante, entre ellos, el misterioso submarino “U-Who”. De hecho, puede decirse que el buceo en pecios profundos nació en aquellas aguas como especialidad técnica de buceo.

Está claro que, por su localización, no todos los pecios pueden bucearse. Pero algunos de los que están a nuestro alcance guardan historias fascinantes.

Hablaremos de ellos.


Respuestas

  1. […] historia e investigación del denominado U-Who ha sido recogida tambien en el documental «Hitler’s lost U-Boat», que […]


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