ZCO participa en el primer muestreo del año 2010 en el ibón de Truchas

(Con información de Fundación Boreas)

El domingo 28 de marzo de 2010 se  realizó la primera toma de muestras en el ibón de Truchas, acción incluida en el proyecto “Programa de evaluación ecológica y gestión sostenible para los lagos de alta montaña del Pirineo Aragonés” de la Fundación Boreas y la Universidad de Zaragoza.

Un grupo de expedicionarios en la primera toma de muestras del año 2010  fue numeroso:  investigadores de Fundación Boreas, del Laboratorio de Calidad de Aguas y Medio Ambiente y del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Zaragoza, junto a buceadores científicos de la Federación Aragonesa de Actividades Subacuáticas (Jorge Burgos y Alfonso Pardo -ZCO- y José Manuel Cruz -Glaucos-), acompañados por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS).

La logística necesaria para este tipo de estudios es muy compleja, pues es necesario trasladar hasta el lago equipos de medida para la determinación in situ de diferentes parámetros fisicoquímicos, material específico para el muestreo (macroinvertebrados, agua a diferentes profundidades y sedimento del fondo), así como el necesario para el traslado de las muestras al laboratorio (5 neveras con diferentes envases con una capacidad total de unos 35 litros). La parte más pesada y voluminosa la constituyen los  equipos de buceo bajo hielo, así como las herramientas necesarias para abrir la banquisa.

Debido a la morfología del ibón, una cubeta que no cuenta con un desagüe superficial  natural y que drena sus aguas a través del cordón morrenico que cierra el circo, a las bajas temperaturas alcanzadas durante el invierno que han congelado el terreno de drenaje, y al espeso manto níveo que lo cubría,finalmente fue imposible acceder al interior del ibón. Se realizaron tres perforaciones en un transecto del ibón y en todos los casos se localizó  un manto de nieve de 50 cm de espesor, numerosas capas intercaladas de hielo y agua, que alcanzaban una profundidad de 130 cm hasta la banquisa propiamente dicha, de espesor desconocido debido a la imposibilidad de penetrarla.

Ante esta situación, se optó por tomar muestras de nieve de los distintos estratos para su posterior análisis en el laboratorio. Además se midieron in situ diferentes parámetros fisicoquímicos (e.g., temperaturas en los estratos, conductividad y oxígeno disuelto del agua localizada a 60 cm por debajo de la capa de nieve).

Para mostrar lo que dió de sí la jornada dejamos esta crónica fotográfica: