Posteado por: zco1999 | 28 septiembre 2010

Campaña de muestreo 2010 del ibón de Marboré

No fue fácil. Es lo que tiene la montaña, y más en otoño. El tiempo puede cambiar en unas pocas horas y lo que prometía ser un día agradable puede convertirse en un entorno complentamente hóstil en menos de una hora. Pero la insistencia del equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza, Fundación Boreas y la FARAS tuvo finalmente su recompensa en el segundo y definitivo intento.

El jueves 23 de septiembre sobrevolamos el ibón de Marbore con un cielo tormentoso que se estaba cerrando aún más a cada momento. El piloto del helicoptero decidió cancelar el aterrizaje. Era sin duda lo más sensato, pero todos nosotros tuvimos la sensación de que acababamos de gastar el penúltimo cartucho disponible para alcanzar nuestro objetivo.

José Manuel Cruz, instructor de buceo, médico hiperbárico y fotógrafo en el intento fallido para alcanzar Marboré.

Alfonso Pardo durante el vuelo de aproximación a Marboré del jueves 23 de septiembre.

Las condiciones meteorológicas obligaron a cancelar la jornada de campo prevista para el 23 de septiembre de 2010.

Sólo nos quedaba una posibilidad: el domingo 26. O se lograba aterrizar y trabajar en Marboré ese día o si no ya no contaríamos con más oportunidades de obtener muestras para nuestra investigación, al menos hasta el año próximo.

El domingo el cielo nos sonrió con un sol radiante y con una ligera brisa del norte que, ahí arriba, llegó a zarandear el helicóptero en algún momento. Durante el vuelo de aproximación al ibón de Marboré, por las crestas que dividen la cara norte francesa de la cara sur española veíamos con una punzada de temor como el efecto föhn empujaba «la gabacha«,  que es el nombre local que se les da a las nubes bajas que ascienden la vertiente norte y terminan bajando por la ladera sur hasta deshacerse en penachos, que pueden comprometer seriamente el vuelo por aquellas altas cumbres pirenaicas.

La "gabacha" comenzó a avanzar desde la cara norte, pero afortunadamente no supuso un peligro para la expedición.

Pero el tiempo aguantó y aterrizamos junto a la orilla del lago. El resto del día lo dedicamos a realizar los muestreos subacuáticos de agua y sedimentos que nos habían llevado hasta allí y a tomar datos para levantar un plano batimétrico del fondo del ibón.

Las imágenes siguientes dan idea de lo que dio de sí la jornada en Marboré:


Respuestas

  1. […] (Reproducido con permiso de zco1999.wordpress.com) […]

  2. Un vuelo espectacular, una inmersión estupenda y una compañía maravillosa, sin duda un día fantastico.


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