El acuario de los zcos

Hoy sábado el acuario fluvial de Zaragoza ha recibido la visita de ocho zcos. Todo un récord que se redondeará en próximas jornadas cuando otros cuatro buceadores del club se sumerjan en el tanque central del acuario fluvial de Zaragoza.

Ahora sí que podemos decir que las cosas han cambiado, para bien, en el acuario, desde la entrada de la nueva gerencia, y desde que la gente de Hammersea se ha hecho cargo de las inmersiones. Atrás quedan los chanchullos de algún club que trató de monopolizar a su favor las inmersiones en el acuario, unos precios abusivos y un servicio deficiente a los buceadores que tenían la ilusión de bucear en el «Río del Mundo».

El grupo de buceo de la mañana.

¿En qué consiste el buceo que se ofrece el acuario? Si uno quiere puede ir tan sólo con el traje de baño, la toalla y el gel de ducha. El resto del equipo lo facilita Hammersea. Más cómodo, imposible. En primer lugar los buceadores hacen un recorrido explicativo por todo el acuario, comentando lo más destacado de los diferentes terrarios y acuarios, y a menudo relacionándolo con los animales que se encontrarán más tarde durante la inmersión.  Una vez finalizada la visita, llega el momento de enfundarse el neopreno y preparar las escafandras autónomas. Al borde del tanque se dan las últimas instrucciones de seguridad, se comprueba el aire de las botellas y, ¡al agua!

Los zcos buceadores de la tarde (sin el lesionado José Alex).

La inmersión de 45 minutos es más que suficiente para recorrer el interior del tanque en toda su longitud y a distintos niveles para poder observar con detenimiento la fauna estratificada a distintas profundidades de la columna de agua. La gigantescas arapaimas de más de 2 m, y los panzudos pacús pueblan el estratos de los 2 m a los 4 m de profundidad, mientras las pangas prefieren el de los 5 m a los 7 m. Por último los peces gato se chafan contra el fondo tratando de camuflarse en los recovecos de los lugares más oscuros.

Fernando Garcés filmado con la Go-Pro.

Los buceadores se transforman, nos transformamos, en una atracción más a los ojos de los visitantes, y los niños se arremolinan en las distintas ventanas y claraboyas y nos saludan esperando nuestro saludo de vuelta. Al hacerlo, sus rostros se iluminan con una sonrisa entre sorpendida y emocionada. Durante nuestro paseo subacuático somos otros peces, unos extraños seres que sueltan burbujas para sorpresa de los habitantes habituales del tanque y para el deleite de los visitantes.

Parece como si Mapi quisiera salir del acuario, pero en realida está saludando al público del acuario.

¿Cómo tener un encuentro cercano con las arapaimas? Si bien los pacús, a pesar de su tamaño y perfil musculado, son unos peces tímidos, las arapaimas con la silueta y la navegación pausada  de un submarino resultan unas criaturas muy curiosas y tienden a acercarse a los buceadores. No hay que asustarse. Lo mejor para observarla de cerca con detalle es permanecer quieto y aguantar la respiración. Sin burbujas, el pez o los peces se aproximarán y nos rodearán a veces a menos de un palmo de distancia. Si consideramos que su excesiva cercanía nos incómoda, las burbujas de nuestra respiración las hará retroceder. Tan sencillo como eso. Por otra parte, aproximarse a los peces gatos del fondo es fácil, siempre que el aleteo sea cuidadoso y no se creen turbulencias que los espanten.

Alfonso saluda desde el otro lado del cristal.

La inmersión es sencilla, apta para B1E u OWD, con una profundidad máxima de apenas 8 m, y un agua a 28º C, que tras tres cuartos de hora de inmersión puede empezar a sentirse algo fresca si se lleva un shorty. Quizá sea mejor un neopreno largo de 3 mm.

Natalí sonríe desde el interior del «Río del Mundo».

Filmar con cámara de video o hacer fotografías subacuáticas está permitido, pero siempre que se haga sin flash, pues los destellos estresan a los animales. El aleteo y los movimientos del buceador han de ser pausados por el mismo motivo. Conviene llevar las manos pegadas al cuerpo, para evitar tentar a los peces, que acostumbrados a los buceadores, podrían intentar morder, aunque eso no es frecuente.

Javier ha vuelto a bucear después de un largo periodo en el dique seco.

Lo cierto es que el buceo en el acuario fluvial es una expereriencia que merece realizarse, al menos una vez. La organización y la cordialidad del personal de Hammersea  es excelente, el material de buceo que ponen a disposición de los buceadores de muy buena calidad; nada que ver con los abusos -de precio y trato- que se cometieron en el pasado por parte de los anteriores gestores y organizadores del buceo en el acuario.

Tan sólo un «pero»: habíamos solicitado una pequeña rebaja de 5€ , más simbólica que realmente efectiva desde el punto de vista de la economía, para aquellos buceadores que se encuentran en paro. Porque en ZCO somos los primeros en apoyar a nuestros buceadores en situación de paro, y pensamos que en estos momentos duros que estamos pasando, todos tenemos que hacer un esfuerzo para evitar la exclusión de aquellos que han tenido la desgracia de perder su trabajo, y hay que pensar que ellos tambien tienen derecho a disfrutar del ocio, el deporte y la cultura.

Lamentablemente, nuestra propuesta no fue atendida por la gerencia de acuario, pero no perdemos la esperanza de que quizá, en un futuro próximo, vuelvan a plantearse esta posibilidad.

Fernando Guardiola con su Go-Pro en la mano.